Tipos de conflictos laborales y cómo solucionarlos

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En cualquier empresa es fundamental contar con un buen ambiente laboral, ya que es uno de los mejores alicientes para contar con un nivel alto de productividad en los empleados. Por eso, evitar, mediar y resolver los conflictos es algo esencial para asegurar el correcto desarrollo de un plan empresarial a largo plazo.

Pero como muchas otras cosas en la vida, no hay una guía para resolver conflictos definitiva, que permita borrar los problemas en apenas segundos. Y aunque frases para resolver conflictos puede haber muchas, en la mayoría de los casos es mucho más importante poder analizar y abordar el conflicto de la manera correcta, que aplicar algunos consejos de manual. Recuerda siempre que cuanto antes se trate el problema, más probabilidades hay de resolverlo.

Como hemos dicho, lo principal es poder analizar cuál es el origen del problema, y para eso vamos a ver qué tipos de confrontaciones puede haber en tu empresa:

Conflictos personales internos: Son los que se genera una propia persona. Normalmente van asociados a direcciones (o valores) contradictorios. Es decir, la diferencia que hay entre lo que se le pide y lo que crea (o lo que es capaz de crear). Sobre todo cuando esto genera un conflicto con sus propios valores e intereses. Un buen ejemplo sería un chef vegano al que se le pide cocinar platos con carne.

Conflictos interpersonales: Son los que se generan entre diferentes personas. Ya sea entre empleados o con superiores. E igualmente aplica a los que se puedan generar con los clientes

Conflictos intragrupales: Son los que surgen dentro de un mismo equipo de trabajo.

Conflictos intergrupales: Son los que se generan entre diferentes equipos de trabajo. Por ejemplo entre dos departamentos (de manera general, no entre empleados). Suelen estar provocados por la competencia o la falta de definición de áreas de trabajo.

Conflictos interorganizacionales: Son los que involucran a empleados de más de una empresa. Normalmente suelen surgir entre competidores del mismo sector.

Conflictos laborales según la causa

Conflictos de intereses: Suelen producirse cuando dentro de una misma empresa, dos empleados tienen objetivos en común y la realización de alguna de las tareas correspondientes obstaculice la de otro de los miembros del equipo.

Conflictos de valores: Se producen cuando un empleado o un superior intenta imponer algún tipo de valor que moralmente, éticamente o laboralmente choca contra los de un empleado. También se pueden producir entre colaboradores, pero al ostentar el mismo rango es difícil que uno pueda imponerlo a otro.

Conflictos de relación: Son los que se producen por un choque de formas de trabajo o personalidades. Normalmente entre un mismo equipo o entre diferentes departamentos.

Conflictos de información: Son los producidos por errores de comunicación, malentendidos o problemas a la hora de transmitir la información. Pueden ser entre colaboradores o entre departamentos.

Conflictos estructurales: Son los que se generan por una mala asignación de tareas o jerarquización de los sistemas de trabajo. En la mayoría de los casos, están relacionados con malas decisiones a niveles superiores.

7 claves para resolver conflictos laborales.

  1. Analiza el problema
  2. Busca una solución a corto plazo y otra a largo
  3. Habla con todas las partes involucradas
  4. Evita las desaprobaciones o las reprimendas personales (especialmente en público)
  5. Escucha con atención la historia completa del problema
  6. Ofrece respuestas asertivas, nunca dubitativas
  7. Confirma los acuerdos con las partes implicadas

Si quieres saber frases para resolver conflictos en tu empresa, cómo analizarlos en profundidad y sobre todo, la metodología que seguir a la hora de solucionarlos, te recomendamos leer este artículo: Cómo solucionar conflictos en empresas

Analiza el resultado al resolver los conflictos laborales

Sin duda, a experiencia es un grado. Y lo más importante cuando se resuelve un conflicto laboral también es aprender de él, analizar el origen, el tratamiento y la solución final con perspectiva. Una vez resuelto. En este aspecto, tenemos dos tipos de conflictos según su resultado

Conflictos constructivos: Cuando se llega a un acuerdo que satisface a ambas partes y el problema queda completamente resuelto

Conflictos destructivos: Son aquellos que, bien porque no se encuentra una solución válida para las partes o porque responden a problemas más profundos que no se han solventado, quedan sin solución cerrada.

Como es lógico, nadie quiere conflictos destructivos en la empresa, por eso un buen análisis de origen y solución puede ayudarte a prever futuros problemas.

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