Airbnb: plataforma de hospedaje presente en 190 países

Huésped y anfitrión entran en contacto directo a través de la plataforma online Airbnb. Foto: iStock, Getty Images

Desarrollar una solución simple para un problema recurrente es una óptima forma de alcanzar el éxito. Creada por dos amigos en 2008, Airbnb sigue esa línea de pensamiento común en el medio empresarial. Al unir huéspedes y anfitriones, la startup se transformó en la mayor red de hospedaje del mundo, con actuación en 190 países. Entérate de cómo sucedió.

Airbnb nació de la dificultad en pagar o alquilar

Como buena parte de las startups, la Airbnb tiene una historia curiosa. Todo comenzó cuando Brian Chesky y Joe Gebbia, dos estudiantes americanos de diseño, percibieron que tenían dificultades para pagar con aumento el alquiler del departamento donde vivían, en la ciudad de San Francisco, California.

Al descubrir que una conferencia atraía muchos turistas de la región y que las reservas de los hoteles en la ciudad se habían agotado, la dupla encontró una solución curiosa para recaudar dinero: adaptó para alquiler una sala de su propio departamento, proporcionando solamente un colchón de aire y desayuno a los huéspedes. Funcionó: hubo cinco personas interesadas y la idea  se concretizó. Esa combinación no convencional daría origen al nombre Airbnb – Air Bed and Breakfast.

A partir de eso, la dupla de diseñadores se asoció al programador Nathan Blecharczyk para crear una plataforma y permitir que más personas actuaran como ellos: ofreciendo una casa, un departamento, un cuarto, una casa en un árbol o incluso un castillo –sí, hay castillos a disposición en el sitio – para turistas interesados en estadías económicas y experiencias diferentes.

“En principio imaginamos que nadie querría hospedarse en una casa, sin embargo, algunas personas harían ese sacrificio en función del bajo valor diario. No pudimos hacer una suposición peor. Las personas aman las casas. Es justamente por eso que habitan en ellas. Si quisiéramos vivir en hoteles, habría más casas con diseño hotelero” contó el CEO y co-fundador de Airbnb, Brian Chesky, a la revista americana The Atlantic.

Airbnb lucra uniendo las necesidades de los clientes

Se trata de la legítima relación gana – gana: de un lado, alguien con espacio de sobra en su casa, incluso un inmueble desocupado, cuyo propietario necesita dinero; del otro, un turista interesado en un lugar acogedor dispuesto a economizar. Por unir las necesidades de esos dos perfiles, Airbnb explotó.

Con más de 350 mil anfitriones y 15 millones de huéspedes, la empresa actúa globalmente. Recientemente, su valor de mercado fue establecido en aproximadamente US$ 100 millones. Nada mal para quienes comenzaron con dificultades para el alquiler.

La simplicidad de la plataforma explica el éxito

Si deseas alquilar un cuarto extra de tu departamento, todo lo que necesitas hacer es sacar algunas fotos, explicar lo que el huésped encontrará y definir el valor por día. Si la intención es alquilar, basta buscar la disponibilidad de espacios durante tu estadía en la región y refinar la búsqueda según tus necesidades.

Al encontrar un lugar interesante, el inquilino en potencia entra en contacto con el propietario para reservar y aceptar los detalles. Además de intermediar en todo el proceso de comunicación, la plataforma se encarga de recibir y efectuar el pago, garantizando seguridad y reserva para todos los interesados. Un porcentaje del valor queda para la empresa – esa es la forma en que se lucra.

Cuando se lo consulta respecto de las protestas de las redes hoteleras tradicionales – que se sienten perjudicadas por la actuación de Airbnb – Brian Chesky es taxativo: “No creo que estemos entorpeciendo la actividad de los hoteles, con excepción de aquellos que no estén abiertos a los cambios. En Silicom Valley se tiene esa mentalidad: no porque yo gane, otro debe perder”, concluye el CEO de la empresa.

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