Cómo aumentar la productividad en el trabajo con 4 consejos

La productividad del trabajador latinoamericano equivale al 29% del rendimiento de un americano. Foto: iStock, Getty Images

¿Ya has tenido la impresión de trabajar durante mucho tiempo pero rendir poco? Considerada una de las principales responsables por el desperdicio de recursos, la falta de productividad en el trabajo perjudica el desempeño de las pequeñas empresas y contribuye a frenar el crecimiento.

Para tratar este asunto, conversamos con la coach empresarial Marcela Baudino, directora de la consultoría argentina B&C Capacitación y Coaching. Conoce algunos consejos para mejorar los procesos de tu empresa y los resultados del equipo.

La productividad es un desafío en América Latina

La búsqueda de una mayor productividad en el trabajo es un objetivo común en América Latina. No faltan razones para esto,  pues de acuerdo con una investigación realizada en nivel global por Conference Board, divulgada en 2015, son necesarios más de tres trabajadores latinoamericanos para producir la misma cantidad generada por un trabajador de Estados Unidos.

El índice que compara el rendimiento de los trabajadores varía del 12% en Bolivia (en relación a la media americana, que se tiene como patrón mundial) al 59% en Trinidad y Tobago. Para 2015, la previsión no es alentadora: el informe afirma que la productividad en el continente debe reducir 0,6%.

Los problemas que explican el bajo rendimiento son culturales y estructurales. De acuerdo con el informe, América Latina sufre con una infraestructura inadecuada y reúne pocas inversiones en equipos y maquinaria para mejorar el índice de productividad en el corto plazo.

Cuatro consejos para aumentar la productividad en el trabajo

Conoce, a continuación, algunos consejos simples que pueden hacer la diferencia en el día a día de tu empresa:

1. Definir metas es esencial

Sin un rumbo definido, es imposible enfocarse en los resultados, medir el desempeño y mejorar la productividad. “Lo que siempre le sugiero a mis clientes de las pequeñas empresas es una revisión de los resultados anteriores  y, con base en estos, una definición detallada de los objetivo y metas”, recomienda Marcela.

“Es preciso colocar estas metas por escrito y acompañar los resultados periódicamente para descubrir si hay necesidad de cambiar el rumbo. Si no sabes para dónde vas, nunca conseguirás escoger el mejor camino”, sentencia.

Además, es importante estimular, entre tus trabajadores la creación de metas diarias, con objetivos concretos y factibles. Como gestor, tu papel es incorporar la búsqueda de la productividad a la cultura de la empresa, haciendo el proceso natural y casi inconsciente.

2. La comunicación y la transparencia influyen

Establecer metas públicas y actuar con transparencia son actitudes que fortalecen la comunicación entre los cargos y el sector, además de contribuir al éxito organizacional en general. “Algunas veces, no hay comunicación entre las áreas de la empresa. Por eso, hay procesos que se cruzan entre sí, lo que confunde los resultados, genera complicaciones emocionales, desperdicio de tiempo y de dinero”, comenta la especialista.

3. La eficiencia es fruto del trabajo en conjunto

Es preciso entender que todas las personas necesitan actuar en conjunto para alcanzar los resultados y mejorar la productividad en el trabajo. La simple actitud de convocar a los trabajadores de diferentes sectores y solicitar sus consejos puede ayudar a mejorar los procesos.

Separa un tiempo y aborda a los trabajadores con las siguientes preguntas: ¿qué se puede hacer en tu área para mejorar la productividad? ¿Qué debe se debe hacer en otro sector para mejorar tu productividad? ¿De forma general, qué puede hacer la compañía para producir más? El secreto para mejorar los procesos puede estar en estas simples preguntas.

“La productividad se genera en conjunto. Hay responsabilidades individuales en la tarea de cada uno de los trabajadores, desde la persona que lidera hasta la persona que limpia, pero el resultado final lo obtienen todos”, dice Marcela.

4. Confianza para delegar decisiones

Si tus trabajadores necesitan autorización para cualquier decisión relacionada a su día a día, es probable que produzcan menos de lo que podrían. Sé consciente de que es preciso confiar en quien ya presentó resultados positivos y aumentar la autonomía de esas personas.

Por último, vale la pena recordar que, antes de cualquier cosa, la empresa está compuesta por las personas que trabajan por esta. “Los bienes materiales, la oficina y las máquinas no serían nada sin las personas. Estimular el entrenamiento permanente de los trabajadores es algo que todas las compañías, sean grandes o pequeñas, deberían hacer diariamente”, finaliza la coach empresarial.

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