La metodología OKR puede beneficiar a tu empresa: entérate cómo implementarla

El compromiso de los colaboradores en torno a un objetivo específico es uno de los beneficios de la metodología. Foto: iStock, Getty Images

Famosa por la aplicación en empresas del Valle del Silicio, como Google, LinkedIn y Dropbox, la metodología OKR (Objective and its Keys Results) permite alcanzar resultados por medio de la definición de métricas específicas, que concentren todos los esfuerzos de los empleados. Pero ¿cómo implementar esta técnica en el día a día de tu empresa?

Para encontrar la respuesta a esta y otras preguntas, conversamos con Ben Lamorte, consultor de OKR. Graduado en ingeniería por la Universidad de Stanford, Lamorte es presidente de okrs.com, cuyo objetivo principal es auxiliar a los gestores en la implementación de la metodología. Continúa la lectura y entérate cómo obtener los resultados deseados.

Los beneficios de la metodología OKR

Comprometer a los empleados en torno al mismo ideal, de forma que puedan concentrar sus esfuerzos en contribuciones medibles: he ahí el gran ideal de la metodología OKR. “La técnica permite que pequeños empresarios estimulen a todos en la compañía a pensar estratégicamente y a enfocarse en actividades que estén alineadas con la visión de la empresa”, explica Lamorte.

Además, esta metodología contribuye a dar más significado a funciones específicas. “El uso de OKR puede crear una fuerza de trabajo más comprometida, en la que cada colaborador consigue percibir cómo su trabajo afecta el objetivo general de la empresa.

Entre los principales beneficios del uso de la metodología OKR en las empresas, es posible citar:

  • Ciclos cortos de operación.
  • Fácil de entender y de explicar.
  • Adaptación simplificada.
  • Compromiso general.
  • Transparencia (los OKRs son conocidos por todos).
  • Aumento del enfoque y de la concentración.
  • Control sobre los resultados.
  • Cómo implementar el OKR en tu empresa

Ahora que ya conoces los principales beneficios de la técnica, llegó el momento de entender, en la práctica, en qué consiste la metodología OKR. En una traducción simple, la sigla OKR significa Objetivo general y sus Resultados Claves:

Objetivo general

El objetivo general debe ser cualitativo y con aspiraciones. Necesita tener importancia real para el desempeño de la empresa, además de representar un deseo legítimo de los gestores. Esto es necesario para que haya interés inmediato y colectivo en torno a la causa. Sin embargo, recuerda que es posible definir más de un OKR y, por lo tanto, más de un objetivo general.

Por ejemplo, considera una tienda virtual de vestuario masculino. Después de conversar entre sí, los gestores definen que uno de los objetivos generales de la empresa es fidelizar los clientes. El próximo paso es entender cuáles son los resultados claves por medio de los cuales el objetivo general se alcanzará.

Resultados claves

Debe haber un pequeño conjunto de resultados claves para cada objetivo general. El resultado clave tiene la función de indicar si el objetivo general será alcanzado o no. Por eso, es necesario que este sea simple, cuantitativo y que represente un criterio para el éxito, además de poseer medidas para el control.

Volviendo al ejemplo del e-commerce de vestuario masculino, algunos de los resultados claves podrían ser la cantidad de clientes que vuelven a visitar la web, el número de visitantes orgánicos y el índice de abandono del carrito de compras. Al trabajar para alcanzar las metas de los resultados claves, los empleados consolidan la ejecución del objetivo general.

De acuerdo con Lamorte, el principal desafío de los gestores es justamente la definición precisa de los resultados claves y de las técnicas que permiten medirlos. No todas las empresas trabajan con resultados prácticos o métricas online, como los comerciantes. Quien trabaja con conocimientos o en la industria creativa, por ejemplo, puede tener más dificultades para establecer los criterios para triunfar.

Por último, cabe recordar que, para tener éxito, esta metodología debe ser incorporada a la cultura de la empresa en general. Si no sabes cómo hacer esto o temes a las consecuencias de una decisión errada en este momento, tal vez sea interesante recurrir a un consultor específico.

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