Rapidez en la toma de decisiones es el desafío de los emprendedores
En la condición de pequeño empresario y dueño de tu propio negocio, es probable que recaiga sobre ti la responsabilidad de la toma de decisiones en la mayoría de las situaciones. Con tantos elementos para administrar (relaciones con clientes, proveedores y compañeros), encontrar la mejor solución para cada problema tiende a ser un desafío recurrente.
Frente a esta dificultad, vale la pena conocer las técnicas que permiten analizar diferentes escenarios rápidamente y optimizar los recursos en la búsqueda de los mejores resultados. Continúa con la lectura y aprende a ponerlas en práctica.
La toma de decisiones exige un análisis rápido
Magnus Carlsen es un noruego de 23 años. A los 13, ya pertenecía al primer ranking mundial de los jugadores de ajedrez. A los 19, se convirtió en el jugador más joven en llegar al tope del ranking de la clasificación mundial.
Carlsen es un niño prodigio. Entre los jugadores de ajedrez, se conoce por analizar y estudiar las consecuencias de los veinte movimientos hipotéticos frente a una jugada actual. Todo esto en pocos segundos, en el intervalo entre una jugada y otra.
No necesitas ser un Magnus Carlsen, el ajedrecista capaz de desafiar (y vencer) decenas de adversarios en partidas simultáneas, para tener éxito en los negocios, pero si tienes la misión de enfrentar diversos problemas a la vez, buscando soluciones rápidas. Esta es la tarea de un emprendedor día a día.
Carlsen hace en el tablero, lo que tu necesitas hacer en la oficina de tu empresa: encontrar la solución a diversos problemas en el menor tiempo posible. Pero ¿cuál es el secreto para tener éxito en las elecciones?
El conocimiento es fundamental en la toma de decisiones
Para la consultora empresarial, Barbara Pachter, autora del libro Etiqueta y estilo en los negocios (The Essentials of Business Etiquette: How to Greet, Eat, and Tweet Your Way to Success), el principal factor para acertar en la toma de decisiones es el conocimiento. ‘En primer lugar, es preciso identificar el problema o la oportunidad de forma específica. ¿Qué está ocurriendo exactamente?’, sugiere. Esto significa evaluar las causas y efectos de las incertidumbres que llegaron a tu mesa.
A partir de ahí, se debe crear un panorama con todas las opciones, evaluando los puntos positivos y negativos. Básicamente, el proceso está compuesto por cuatro etapas:
- Conocer el problema.
- Identificar las alternativas.
- Evaluar cada opción, comparando pros y contras, y establecer notas para todas.
- Escoger la mayor nota.
Es por este motivo (la influencia del conocimiento para las decisiones acertadas) que los profesionales expertos consiguen agilizar la toma de decisiones, actuando prácticamente por instinto. Tras muchos años interpretando causas y consecuencias, resulta más fácil y rápido escoger el mejor camino.
Además, Bárbara añade que el compromiso con la decisión que se toma influye mucho en el resultado final. ‘El secreto para tomar buenas decisiones es saber exactamente lo que esperas con la alternativa que será escogida’, explica. Al asumir las propias expectativas, surge la necesidad de trabajar con ahínco para que las metas sean alcanzadas.
Por último, cabe recordar que los especialistas en coaching pueden ayudarte a mejorar tu capacidad de toma de decisión. Si pierdes mucho tiempo en este proceso y acostumbras a luchar con la indecisión, tal vez sea el momento de recurrir a un profesional en el área.
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