¿Cuáles son las características de un buen portavoz corporativo?
Toda empresa necesita pensar estratégicamente su comunicación. Para ello debe contar con un profesional de suma importancia: el portavoz, quien será el rostro y la voz de la compañía al hablar con la prensa, promover acciones y también en momentos de crisis.
¿Quién puede ser portavoz de la empresa?
El portavoz es quien va a hablar en nombre de la empresa en un momento de crisis y otras circunstancias. Por ello debe estar preparado para lanzamientos de productos, de marcas o presentación de resultados, por ejemplo.
Tradicionalmente, el portavoz oficial es el dueño o CEO de la empresa. Pero algunas veces, estos ejecutivos no tienen el carisma y la desenvoltura que una entrevista y otras situaciones sociales y mediáticas requieren. En tales casos, un entrenamiento especial puede hacer del CEO un portavoz eficaz.
Pero una empresa no necesariamente debe tener un único portavoz. Sea quien sea o cuantos sean, el representante de la empresa debe estar siempre accesible. Eso es esencial para que comunicación funcione correctamente.
«A pesar de que el director o el presidente sean piezas importantísimas dentro de una compañía, dividir el trabajo de hablar con la prensa posibilita atender más medios y evita que los portavoces se cansen de la función», recomienda la asesora de prensa Núbia Nieves.
Por eso, cualquier profesional comunicativo, articulado y bien entrenado, con conocimiento acerca del sector sobre el que va a hablar, puede ser un portavoz.
¿Qué es indispensable en un portavoz?
Más allá de que cualquier profesional de la empresa bien capacitado puede ser un portavoz, sus características indispensables, de acuerdo con el director de CWM Comunicación, Waltemir de Melo, son:
1. Estar bien informado
Un buen portavoz debe tener habilidad para absorber rápidamente una información y reproducirla con seguridad y propiedad. Debe estar siempre bien informado y preparado, ya que es la personificación de la cultura de la empresa.
2. Mostrar empatía y simpatía
Debe también saber oír y expresar atención, simpatía y paciencia en los momentos adversos. El portavoz tiene que tener la capacidad y sensibilidad de identificar el estado emocional de su interlocutor y conectarse positivamente con él. Un portavoz frío e impersonal tendrá pocas chances de conquistar la confianza o el apoyo de su público.
3. Confiar en el equipo comunicacional
Un buen portavoz debe también aceptar ser conducido o dirigido por el equipo comunicacional de la empresa. No debe presentar resistencia a sugerencias o instrucciones.
4. Debe estar siempre disponible
El portavoz tiene que estar siempre accesible, ya sea en el horario comercial o de madrugada, los fines de semana o en las vacaciones. Tiene que ser fácilmente localizado en momentos de crisis o en oportunidades en que la empresa puede aparecer positivamente en la prensa.
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