Cómo la discriminación social puede perjudicar tu negocio

Los casos de discriminación social tienen un efecto negativo para el empresario y para el empleado de una empresa. Foto: iStock, Getty Images

La discriminación social aún es un problema serio dentro del ambiente empresarial. Ya sea de género, raza, credo o edad, muchos negocios tienen prejuicios humanos y financieros por no presentar políticas claras para tratar este asunto. Una de las grandes dificultades se genera cuando los propios empleados tienen miedo de hacer denuncias al ser víctimas de discriminación social u observan casos que suceden con sus compañeros.

Un estudio realizado por el Centro de Investigación, Desarrollo y Educación Continuada, de Brasil, hecha con 812 profesionales que están dentro del ambiente corporativo, reveló que más del 90% de las personas no están dispuestas a reportar conductas poco éticas, ya sea por miedo (97%), por creer que el problema no será resuelto (94%) o por temer que la denuncia no será mantenida en carácter confidencial (92%).

El efecto negativo para el empleado

La discriminación social tiene un efecto devastador en el empleado. En la mayoría de los casos, viene acompañada de un sentimiento de desamparo y falta de apoyo, lo que lleva a una pérdida de interés al realizar el trabajo de la mejor forma posible.

Las personas que pierden oportunidades por discriminación, como un ascenso, tienden a no contribuir con ideas. Además, pueden ser más susceptibles a problemas de salud, como la necesidad de licencias médicas, tener reacciones de rabia, tardan más en hacer sus labores y presentan síntomas de estrés.

Efecto negativo para el empresario

Cuando el empleado es discriminado, los efectos pueden ser costosos para el empresario. Si el empleado decide denunciar a la empresa alegando discriminación social, esto acarreará gastos en abogados y la inversión de mucho tiempo. La salida del empleado, la contratación y el entrenamiento de un nuevo trabajador, también cuesta dinero.

La moral del equipo también puede sufrir un golpe con el episodio de discriminación social, elevando la tensión entre los compañeros y perjudicando la armonía del ambiente. Por último, si la situación llega a ser pública, los clientes pueden optar por hacer negocios con otras empresas.

La discriminación social frena la diversidad de ideas

Tener las puertas abiertas para una variedad de etnias, experiencias y edades dentro de una empresa, ayuda a salir de la monotonía y a producir ideas diferentes. Las compañías que discriminan a sus empleados encuentran más dificultades para generar ideas creativas y tienen menos implicación de los empleados en sus actividades, lo que dificulta el proceso de formación de nuevos liderazgos.

Cómo evitar la discriminación social

El primer paso para evitar la discriminación social en el ambiente de trabajo es elaborar políticas claras para el área y también para ascensos. Si es necesario, cuenta con acompañamiento jurídico para crear un manual de conducta que respete la legislación vigente.

El segundo paso es colocar el manual en acción, lo que requiere un entrenamiento para que gestores y empleados respeten las nuevas políticas.

El tercer paso es suministrar caminos para que los empleados puedan denunciar actos discriminatorios sin temor a ser despedidos. Es vital establecer métodos claros para tratar el asunto de forma rápida, y que se produzcan decisiones justas.

Por último, incentiva la cooperación, igualdad e integración de diferentes grupos dentro del ambiente de trabajo de tu negocio para que no ocurran nuevos casos.

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