Cuándo vale la pena escoger un servicio tercerizado

La tercerización de servicios permite reducir costos y economizar tiempo, pero es necesario tener cuidado para garantizar buenos resultados. Foto: iStock, Getty Images

Este es uno de los caminos que actualmente toman las empresas para reducir costos y ahorrar tiempo de manera considerable, es posible garantizar buenos resultados al contratar empresas especializadas. Pero recurrir a un servicio tercerizado puede ser una trampa, conoce sus ventajas y desventajas o cuándo es la mejor alternativa.

Cuándo recurrir al servicio tercerizado

La externalización de servicios o subcontratación es el proceso por el cual una empresa requiere los servicios de otra empresa externa para realizar una actividad determinada. Es una práctica que busca la eficiencia y la optimización de los recursos.

Pero las ventajas no paran ahí. “Lo más importante acerca de la tercerización es que es una herramienta muy poderosa para estimular talentos, aumentar la productividad y reducir ciclos de trabajo”, defiende Azim Premji, presidente de la hindú Wipro, en una declaración para The New York Times. Premji fue elegido como una de las cien personas más influyentes del mundo por la revista TIME.

En general, es una buena idea recurrir al servicio tercerizado cuando la empresa no da abasto con sus propios recursos. Para Laura Lee Sparks, que lidera Legal Marketing Maven, empresa que presta asesoría a oficinas de abogados, corresponde a los empresarios percibir cuándo una tarea está más allá de su alcance: por el costo, por la complejidad e incluso la utilidad.

Es lo que ella defiende en una entrevista para el portal Entrepeneur. “Muchos empresarios son talentosos, pero piensan que pueden hacer todo solos. Al tercerizar actividades cotidianas, el dueño de la empresa tiene tiempo para centrarse en lo que realmente es relevante para el negocio”, argumenta.

Definir las tareas que serán tercerizadas

Se deben tercerizar sólo los servicios que no están relacionados con la actividad principal de tu empresa. Por lo tanto, si eres dueño de una panadería o administras una oficina de abogados, puedes contratar a terceros para la seguridad, vigilancia, contabilidad y apoyo jurídico, por ejemplo.

Son tareas necesarias para la operación, pero que no influyen en la actividad final (la razón de existir) de la empresa. Otra alternativa es contratar el servicio tercerizado de alguien que tiene gravámenes muy altos, con el fin de contar con la experiencia del profesional, sin perjudicar el presupuesto. Este es el caso de los consultores especializados.

Por último, es posible contratar terceros cuando la empresa necesita servicios específicos, como un estudio de viabilidad o una ayuda técnica para una auditoria. Pero definir cuáles actividades serán tercerizadas no es la única decisión que debes tomar: es necesario analizar cada servicio con criterios específicos, midiendo ventajas y desventajas.

Cuidar esto es importante porque al tercerizar externalizas las responsabilidades y corres el riesgo de deteriorar la reputación de la empresa, por ejemplo.

Las ventajas y desventajas de la tercerización

Para medir las ventajas y desventajas de adoptar un servicio tercerizado, hemos creado dos listas:

Ventajas

  • Reducción general de costos.
  • Profesionalización de los servicios.
  • Más tiempo para dedicarse a la actividad principal de la empresa.
  • Optimización de los recursos humanos.
  • Estructura administrativa simplificada, sin gravámenes salariales y tributarios.
  • Posibilidad de prescindir del contrato.
  • Control de la actividad tercerizada por la empresa contratada.

Desventajas

  • Riesgo de pérdida del control y de la administración de la empresa.
  • Posibles problemas de comunicación con el tercerizado.
  • Amenaza a la seguridad de la información interna de la empresa.
  • Impedimentos legales, fiscales y laborales de la empresa contratada.
  • El riesgo de contratar una empresa no calificada, perjudicando la imagen y la reputación.

Para evitar inconvenientes, vale la pena investigar con atención la reputación de los posibles terceros, además, firmar contratos con garantías que blinden a tu compañía en caso de errores de la empresa contratada.

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