Modificaciones en la empresa: cuál es el momento oportuno para cambiar de sede

La elección de la sede es una de las decisiones más importantes para el pequeño empresario. Foto: iStock, Getty Images

Puedes invertir en una oficina de contabilidad, abrir una panadería o apostar por una empresa de logística, no importa: la sede de tu empresa tendrá un papel fundamental en los resultados. Además de asuntos obvios, como la ubicación, la estructura y el espacio interno, es preciso estar atento a detalles menos evidentes, como la armonía entre la identidad de la empresa y la comunidad, la seguridad del barrio y las características legales.

Para ayudarte a escoger la mejor sede para tu empresa y descubrir cuándo es necesario mudarte, hicimos una lista con los detalles que debes considerar.

La elección de la sede puede influir en el desempeño de la empresa

Para la consultora empresarial Caron Beesley, la elección de la sede es una de las decisiones más importantes para el dueño de una startup o de una pequeña empresa. “Es necesario planificar e investigar. La decisión involucra un análisis de la demografía, la evaluación de los proveedores y de la competencia, además enterarse de las leyes estatales y municipales, entre otros factores”, comenta en un artículo publicado en la web de U. S. Small Business Association.

Es fácil entender la relación entre esta elección y el éxito de la empresa, en especial cuando se trata de una tienda, ya que facilitar el acceso de los clientes es el primer paso para vender tus productos. Pero la decisión también implica detalles más específicos y no tan obvios. Por ese motivo, es importante evaluar el desempeño constantemente para descubrir si la sede está perjudicando los resultados.

10 cosas que te indican que es momento de cambiar de sede

Realiza una evaluación retrospectiva del último año fiscal de tu empresa y contempla cambiar de sede si los siguientes factores son recurrentes:

Pierdes mucho tiempo para llegar

Como empresario, el tiempo es precioso. Perder más de dos horas al día en desplazamientos de tu casa al trabajo afecta la productividad y los resultados de tu empresa. En este caso, es preciso analizar la ubicación de la sede y la de tu casa, poniéndolas en perspectiva para entender el origen del problema.

Tus clientes potenciales están en otro lugar

Si tus clientes principales están en otra ciudad y hay una relación fuerte  que implica visitas y reuniones frecuentes, tal vez es el momento de repensar la ubicación para estrechar los lazos.

El transporte público no favorece a tus empleados

El tiempo de viaje y la facilidad de acceso no son asuntos cruciales sólo para ti. Si la empresa es poco accesible, ubicada en zonas alejadas o con pocas opciones de transporte público, será difícil atraer mano de obra calificada.

Hay pocos proveedores

Si no consigues los insumos y la materia prima necesaria para una producción veloz o a un precio justo, puede ser el momento de mudarse de ciudad, buscando otros proveedores.

No creces por falta de espacio

La demanda de trabajo aumentó y necesitas contratar más empleados, pero no hay espacio para acomodar más personas en la oficina. Es el momento de crecer y mudarte a otra sede.

No hay apoyo de los organismos públicos

Como empresario, necesitas estar atento a las condiciones que ofrece el municipio, el estado o la federación. Buena oferta de licitaciones, programas de apoyo al pequeño empresario, condiciones de crédito y la exención de impuestos son las principales ventajas que ofrecen estos organismos.

Faltan servicios básicos

Si la estructura de tu sede no se adapta al funcionamiento básico de la empresa  o no posibilita su crecimiento, tal vez es el momento de buscar otro barrio o ciudad. La energía eléctrica y el agua son los principales criterios en este momento, dependiendo del área en la que actúa tu empresa.

Tu público objetivo no frecuenta los alrededores

Si trabajas con ventas presenciales, debes estar bien posicionado para que te vean y te encuentren. Una buena ubicación es esencial para quien trabaja en el comercio.

No hay cómo competir

Cuando no es posible competir,  ya sea con el precio, con la calidad del servicio o con la agilidad, la única opción es buscar otros mercados. Para evitar ese tipo de problemas, vale la pena invertir en un análisis de mercado previo, con el fin de entender la situación de los consumidores, de los proveedores y de los competidores.

El barrio no coincide con la imagen de tu empresa

La localización de tu empresa también cuenta cuando se construye una identidad. ¿Qué van a pensar tus clientes si vas en contra de los ideales de la empresa?

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